Sigmund Freud

Sigmund Freud
Médico neurólogo austriaco

martes, 26 de mayo de 2015

Fase fálica


La tercera etapa del desarrollo psicosexual es la etapa fálica, que abarca desde los tres a seis años, en los cuales los genitales del niño son su principal zona erógena. Es en esta tercera etapa de desarrollo infantil que los niños se vuelven conscientes de su propio cuerpo, los cuerpos de los otros niños, y los cuerpos de sus padres, y satisfacen la curiosidad física por desnudarse y explorarse entre sí y los genitales, y así aprender la física (sexual), las diferencias entre lo "masculino" y lo "femenino" y las diferencias de género entre el "niño" y la "niña". En la etapa fálica, la experiencia psico-sexual decisiva de un niño es el complejo de Edipo, su competencia es el padre por la posesión de la madre. Este complejo psicológico deriva del personaje mitológico griego del siglo V A.C. de Edipo, que sin querer, mató a su padre, Layo, y poseía sexualmente a su madre, Yocasta. Análogamente, en la fase fálica, la experiencia psicosexual decisiva de una niña es el complejo de Electra, su competencia es la madre por la posesión psicosexual del padre. Este complejo psicológico deriva del personaje mitológico griego del 5 siglo A.C de Electra, quien cobró venganza matricida a Orestes, su hermano, en contra de Clitemnestra, su madre, y Egisto, su padrastro, por el asesinato de Agamenón, su padre, (cf. Electra, de Sófocles).

Inicialmente, Freud aplicó igualmente el complejo de Edipo al desarrollo psicosexual de los niños y niñas, pero luego desarrolló los aspectos femeninos de la teoría como la actitud femenina de Edipo y elcomplejo de Edipo negativo; Sin embargo, fue su alumno-colaborador, Carl Jung, quien acuñó el término complejo de Electra en 1913. No obstante, Freud rechazó el término de Jung comopsicoanalíticamente inexacto: "lo que hemos dicho sobre el complejo de Edipo se aplica con rigor completo sólo al hijo varón, y que tienen razón en rechazar el término 'complejo de Electra', que busca destacar la analogía entre la actitud de los dos sexos".




Edipo: A pesar de que la madre sea el progenitor que satisfaga todos los deseos del niño, este último comienza a formar una identidad sexual discreta — "chico", "chica" — que altera la dinámica de la relación entre padres e hijos, los padres se convierten en el foco de la energía libido infantil. El niño centra su libido (deseo sexual) en su madre, y los celos y rivalidad emocional contra su padre - porque es el que duerme con la madre. Para facilitar lo que lo une con su madre, el niño quiere unirse a la madre y matar al padre (al igual que Edipo), pero el ego, pragmático basándose en la principio de la realidad, sabe que el padre es el más fuerte de los dos hombres que compiten para tener una mujer. Sin embargo, el niño también quiere al padre, por eso sus sentimientos son ambivalentes sobre el lugar de su padre en la familia, que se manifiesta como miedo a que el padre lo castre, dicho miedo es irracional, una manifestación inconsciente de la identificación infantil.
Electra: Mientras que el niño desarrolla angustia de castración, la niña desarrolla envidia del pene, envidia sentida por las mujeres frente a los hombres debido a que los hombres poseen pene. Esta envidia tiene sus raíces en el hecho de que sin el pene las mujeres no pueden poseer sexualmente a la madre tal como son conducidas por el Ello. Como resultado de esta comprensión, ella dirige su deseo sexual hacia el padre. Luego, después de la etapa fálica, el desarrollo psicosexual de la niña incluye transferir, total o parcialmente, su principal zona erógena desde la infantil clítoris a la vagina adulta. En algún momento la niña pequeña también debe abandonar su primera elección de objeto, la madre, para tomar a su padre como nueva elección de objeto, más apropiado. Su eventual introducción en la heterosexualidad femenina, que culmina al dar a luz, deja paulatinamente de lado sus tempranos deseos infantiles, y su propio hijo es el que toma el lugar del pene de acuerdo a una antigua equivalencia simbólica. En general Freud consideraba más intenso el conflicto de Edipo experimentado por niñas que el experimentado por varones, dando como resultado, potencialmente, una personalidad más sumisa y menos segura.

Defensa psicológica: Los que proveen resoluciones transitorias del conflicto entre las pulsiones del Ello y las del Ego son los mecanismos de defensa. El primer mecanismo de defensa es la represión, que implica el bloqueo de recuerdos, impulsos e ideas desde la mente consciente, pero no conduce a una resolución definitiva del conflicto. El segundo mecanisno de defensa es la identificación que implica la incorporación de las características del padre del mismo sexo dentro del propio Yo del niño. El varón, adoptando este mecanismo busca reducir el miedo a la castración, ya que su similaridad con el padre le hace pensar que lo protegerá de él. La identificación de las niñas con su madre es más fácil ya que se da cuenta de que ni ella ni su madre tienen pene. Algunas escuelas de psicoanálisis consideran que la dinámica psicosexual presentada en niñas en este punto de su desarrollo tiene su término (sin embargo Freud no lo considera así) en el Complejo de Electra. La teoría freudiana de la sexualidad femenina ha sido duramente criticada, particularmente lo que se refiere a la envidia del pene, y por lo tanto no son antagonistas.
Desenlace La competencia psicosexual no resuelta por el padre del sexo opuesto puede producir una fijación de fase-fálica que dará lugar a una mujer adulta que continuamente se esfuerce por superar a los hombres (a saber, envidia del pene), o bien como una mujer extraordinariamente seductora (alta autoestima) y que coquetea, o como una mujer inusualmente sumisa (baja autoestima). En un niño, una etapa de fijación fálica podría llevarlo a convertirse en un hombre excesivamente ambicioso y vanidoso. En general, el Complejo de Edipo es muy importante para el desarrollo del Superyó, ya que, a través de la identificación con uno de los padres, el niño internaliza la moral, y en consecuencia, la elección de cumplir con las normas sociales, en lugar de tener que cumplirlas mediante acto reflejo por miedo al castigo.

1 comentario:

  1. Todavía no puedo creer que no sé por dónde empezar, me llamo Juan, tengo 36 años, me diagnosticaron herpes genital, perdí toda esperanza en la vida, pero como cualquier otro seguí buscando un cura incluso en Internet y ahí es donde conocí al Dr. Ogala. No podía creerlo al principio, pero también mi conmoción después de la administración de sus medicamentos a base de hierbas. Estoy tan feliz de decir que ahora estoy curado. Necesito compartir este milagro. experiencia, así que les digo a todos los demás con enfermedades de herpes genital,, por favor, para una vida mejor y un mejor entorno, póngase en contacto con el Dr. Ogala por correo electrónico: ogalasolutiontemple@gmail.com, también puede llamar o WhatsApp +2348052394128

    ResponderEliminar